Datos macro

La inflación de la eurozona cae menos de lo previsto, pero los precios subyacentes siguen altos


FOTO DE ARCHIVO. Un comprador paga con un billete de veinte euros en un mercado local de Nantes, Francia. 1 de febrero de 2024. REUTERS/Stephane Mahe

FRÁNCFORT, 1 mar (Reuters) – La inflación de la zona euro bajó el mes pasado, pero el crecimiento subyacente de los precios se mantuvo obstinadamente alto, lo que refuerza la idea de que el Banco Central Europeo debe mantener los tipos de interés en máximos históricos un poco más antes de empezar a relajar su política monetaria hacia mediados de año.

Los datos de Eurostat, la agencia estadística de la UE, indican que la inflación en la zona euro, integrada por 20 países, cayó del 2,8% del mes anterior al 2,6% en febrero, justo por debajo de las expectativas del 2,5%.

Pero las cifras subyacentes, que excluyen los volátiles precios de los alimentos y los carburantes, sólo bajaron del 3,3% al 3,1%, por debajo de las expectativas del 2,9% y manteniéndose incómodamente por encima del objetivo del 2% del BCE.

El BCE ha mantenido su tipo de depósito en el 4% desde septiembre, un nivel sin precedentes, pero ahora se habla mucho de flexibilización y los dirigentes monetarios debaten sobre todo el calendario de los recortes de tipos y no sobre la conveniencia de dar marcha atrás.

El BCE subió los tipos en un tiempo récord a partir de mediados de 2022, después de que la inflación se disparara por encima del 10%, pero el crecimiento de los precios se acerca ahora a su objetivo del 2% y los responsables de política monetaria ya han dicho que las nuevas proyecciones, previstas para el próximo jueves, probablemente muestren un retorno más rápido al objetivo.

Aun así, es poco probable que los datos de febrero alivien la persistente preocupación por las presiones subyacentes sobre los precios, ya que la inflación en el sector de los servicios, crucial y con gran intensidad de mano de obra, sólo se redujo al 3,9% desde el 4,0%.

La principal preocupación del BCE es que la inflación salarial es demasiado rápida y, a menos que los trabajadores empiecen pronto a mostrar cierta moderación, los precios podrían repuntar.

Los salarios podrían crecer más de un 4,5% este año y el BCE sostiene desde hace tiempo que todo lo que supere el 3% es incompatible con su propio objetivo de inflación.

Seis trimestres de estancamiento económico han sacudido un poco el mercado laboral, aliviando las presiones salariales, pero el desempleo sigue en mínimos históricos y los costes laborales podrían sufrir nuevas presiones cuando se reanude el crecimiento.

De hecho, los nuevos datos de Eurostat del viernes mostraron que el desempleo se mantuvo en enero en un mínimo histórico del 6,4%.

Pero el BCE también reconoce que los trabajadores perdieron una gran parte de sus ingresos reales debido a la rápida inflación, por lo que se justifica una cierta recuperación, siempre y cuando los trabajadores disminuyan sus demandas cuando se lleve a cabo este proceso.

En la actualidad, los mercados prevén recortes de tipos de alrededor de 90 puntos básicos este año y el primer movimiento se produciría en junio, una fecha que también ha sido mencionada por una serie de dirigentes monetarios como un comienzo razonable para los recortes de tipos.

(Reporte de Balazs Koranyi; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

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