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Nikki Haley abandona candidatura a Casa Blanca, despeja camino para revancha Trump-Biden


Imagen de archivo de la candidata presidencial republicana Nikki Haley durante un acto de campaña en Fort Worth, Texas, EEUU. 4 marzo 2024. REUTERS/Shelby Tauber

Por Gram Slattery y Joseph Ax

CHARLESTON, EEUU, 6 mar (Reuters) -La exembajadora de Estados Unidos ante la ONU Nikki Haley puso fin el miércoles a su campaña presidencial, lo que asegura la nominación republicana para Donald Trump.

De esta forma, el multimillonario enfrentará de nuevo al presidente demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre.

“Ha llegado el momento de suspender mi campaña”, dijo Haley. “No me arrepiento de nada”.

“Felicito al señor Trump, le deseo que le vaya bien”, sostuvo Haley, quien destacó que es probable que Trump sea el candidato republicano pero no lo apoyó.

“Ahora le toca a Donald Trump ganarse los votos de los que están en nuestro partido y fuera de él”, remarcó. “Y espero que lo haga”.

Basándose en su experiencia en política exterior en la ONU, Haley dijo que es importante mantener el liderazgo mundial de Estados Unidos. A lo largo de su campaña, sostuvo que Washington debe ayudar a Ucrania a defenderse de la agresión rusa, una posición en desacuerdo con Trump.

“Si retrocedemos más, habrá más guerra, no menos”, dijo.

La decisión de Haley de suspender su campaña se produce un día después del Súper Martes, cuando Trump la derrotó rotundamente en 14 de las 15 contiendas por la nominación republicana.

Haley duró más que cualquier otro rival republicano de Trump, pero nunca representó una amenaza seria para el expresidente, cuyo férreo control sobre la base del partido sigue firme a pesar de sus múltiples acusaciones penales.

La revancha entre Trump, de 77 años, y Biden, de 81, la primera repetición de la contienda presidencial desde 1956, es algo que pocos estadounidenses quieren. Las encuestas de opinión muestran que ambos tienen bajos índices de aprobación entre los votantes.

Las elecciones prometen causar profundas divisiones en un país que ya está desgarrado por la polarización política. Biden ha presentado a Trump como un peligro existencial para los principios democráticos, mientras que Trump ha tratado de volver a litigar sus falsas afirmaciones de que ganó en 2020.

Haley, de 52 años, había obtenido el apoyo de donantes con mucho dinero que intentaban impedir que Trump ganara una tercera nominación presidencial republicana consecutiva, particularmente después de que ella logró una serie de sólidas actuaciones en debates que el empresario optó por saltarse.

Finalmente, no logró convencer lo suficiente a los votantes conservadores ante el dominio de Trump.

Pero su actuación más fuerte entre los republicanos moderados y los independientes (ganó a los votantes no afiliados por un amplio margen en Nuevo Hampshire y obtuvo casi el 40% de los votos en Carolina del Sur) puso de relieve cómo el estilo político incendiario de Trump podría hacerlo vulnerable en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.

CUESTIONES CLAVE

Al igual que en 2020, es probable que la carrera se reduzca a un puñado de estados indecisos, gracias al sistema de colegio electoral estado por estado en el que el ganador se lo lleva todo y que determina las elecciones presidenciales. Se espera que Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin sean muy reñidos en noviembre.

Los temas centrales de la campaña ya han salido a la luz. A pesar del bajo desempleo, un mercado bursátil al rojo vivo y una inflación cada vez menor, los votantes han expresado su descontento con el desempeño económico de Biden.

La otra gran debilidad de Biden es el estado de la frontera entre Estados Unidos y México, donde una oleada de inmigrantes abrumó al sistema después de que el actual mandatario flexibilizara algunas políticas de la era Trump.

La postura dura de Trump sobre la inmigración -incluida la promesa de iniciar el mayor esfuerzo de deportación de la historia- está en el centro de su campaña, tal como lo fue en 2016.

Los votantes esperan que Trump haga un mejor trabajo tanto en la economía como en la inmigración, según los sondeos de opinión.

Los legisladores republicanos, incitados por Trump, rechazaron en febrero un proyecto de ley bipartidista de aplicación de la ley de inmigración, lo que le dio a Biden la oportunidad de argumentar que los republicanos están más interesados en preservar la frontera sur como un problema que en encontrar una solución.

Los demócratas también son optimistas en cuanto a que el sentimiento de los votantes sobre la economía cambiará a favor de Biden si las tendencias económicas continúan aumentando a lo largo de 2024.

Trump puede verse perseguido por innumerables acusaciones penales a lo largo del año, aunque el calendario de sus juicios sigue sin estar claro. El caso federal que lo acusa de intentar anular las elecciones de 2020, quizás el más importante al que se enfrenta, se ha detenido mientras Trump plantea un argumento arriesgado de que es inmune al procesamiento.

(Reporte de Gram Slattery y Joseph Ax, Reporte adicional de Jyoti Narayan y Shubham Kalia en Bengaluru; editado en español por Carlos Serrano, Manuel Farías y Javier Leira)

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