Israel bombardea Ráfah, en el sur de Gaza, pese a los llamamientos al alto el fuego
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Dolientes reaccionan junto a los cuerpos de palestinos (no en la foto) muertos en un ataque israelí, en medio del actual conflicto entre Israel y el grupo islamista palestino Hamás, en Ráfah, en el sur de la Franja de Gaza. 25 de marzo de 2024. REUTERS
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Por Nidal al-Mughrabi
EL CAIRO, 25 mar (Reuters) – El ejército israelí llevó a cabo nuevos ataques aéreos en Gaza y sitió dos hospitales el lunes, a pesar de lo que el jefe de la ONU calificó de creciente consenso internacional para decir a Israel que es necesario un alto el fuego.
El secretario general de la ONU, António Guterres, también hizo un nuevo llamamiento a Israel para que permita la entrada de ayuda en el norte de Gaza para combatir el hambre tras más de cinco meses de guerra y para que no lleve a cabo un asalto amenazado contra la ciudad meridional gazatí de Ráfah.
“Es absolutamente esencial contar ahora con un suministro masivo de ayuda humanitaria”, dijo Guterres durante una visita a Jordania.
Ráfah, el último refugio para cerca de la mitad de los 2,3 millones de habitantes de Gaza después de que muchas personas llegaran en busca de cobijo tras verse desplazadas por los combates en otros lugares, fue objeto de un intenso fuego en los últimos ataques israelíes, según testigos.
Médicos palestinos dijeron que 30 personas habían muerto en las últimas 24 horas en Ráfah, donde Israel está planeando un asalto terrestre para eliminar lo que dice que son células milicianas palestinas.
“Las últimas 24 horas han sido uno de los peores días desde que llegamos a Ráfah”, dijo Abu Khaled, padre de siete hijos, quien no quiso dar su nombre completo por temor a represalias.
“En Ráfah vivimos con miedo, tenemos hambre, no tenemos hogar y desconocemos nuestro futuro. Sin un alto el fuego a la vista, podríamos acabar muertos o desplazados a otro lugar, tal vez al norte y tal vez al sur (a Egipto)”, dijo a Reuters a través de una aplicación de mensajería.
Decenas de palestinos participaron en concentraciones y asistieron a funerales a primera hora del lunes, después de que un ataque aéreo israelí matara a 18 palestinos en una casa de Deir al-Balah, en el centro de Gaza, según médicos y testigos.
Las fuerzas israelíes asediaban también los hospitales al-Amal y Nasser de la ciudad meridional de Jan Yunis, según testigos palestinos, una semana después de entrar en el hospital al-Shifa de la ciudad de Gaza, el principal de la Franja.
Israel afirma que el grupo miliciano palestino Hamás utiliza los hospitales de Gaza como bases. Hamás y el personal médico lo niegan. Israel también afirma que sus operaciones militares son “precisas” y que no atacan a civiles.
El ejército israelí dijo que había detenido a 500 personas afiliadas a Hamás y a la aliada Yihad Islámica y localizado armas en la zona de al-Shifa. El Ministerio de Sanidad de Gaza, gobernada por Hamás, dijo que cientos de pacientes y personal médico habían sido detenidos allí.
El ejército israelí también dijo que 20 milicianos habían sido “eliminados” en combates y ataques aéreos en los alrededores del hospital al-Amal durante las últimas 24 horas.
Reuters no ha podido acceder a las disputadas zonas hospitalarias de Gaza, ni verificar las versiones de ninguna de las partes.
LANZAMIENTO DE COHETES PALESTINOS
Los ataques transfronterizos palestinos con cohetes han disminuido en las últimas semanas a medida que las fuerzas israelíes avanzaban por zonas de la Franja de Gaza desde las que anteriormente se habían disparado misiles.
Sin embargo, como señal de que el arsenal de Hamás no se ha agotado por completo, el ejército israelí hizo sonar el lunes sirenas en Asdod, a 40 kilómetros de Gaza, advirtiendo de la llegada de cohetes. Médicos dijeron que no había noticias inmediatas de daños o víctimas.
Al menos 32.333 palestinos han muerto y 74.694 han resultado heridos desde que comenzó la ofensiva israelí en Gaza, 107 de ellos en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
Israel inició su campaña militar en respuesta al ataque dirigido por Hamás contra su sur el 7 de octubre en el que, según los recuentos israelíes, murieron 1.200 personas y 253 fueron secuestradas.
La mediación de Qatar y Egipto, respaldada por Estados Unidos, no ha logrado hasta ahora un acuerdo sobre el alto el fuego y un intercambio de prisioneros y rehenes entre Israel y Hamás y la preocupación internacional por la hambruna va en aumento.
“Vemos que está surgiendo un consenso cada vez mayor en la comunidad internacional para decir a los israelíes que el alto el fuego es necesario”, dijo Guterres en Jordania.
Dijo que el principal aliado de Israel, Estados Unidos, apoyaba un consenso internacional “para decir claramente a los israelíes que cualquier invasión terrestre de Ráfah podría significar un desastre humanitario”.
Israel debe levantar todos los obstáculos a la ayuda a Gaza y permitir que los convoyes de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) entren en el norte de Gaza, donde la hambruna es inminente, añadió Guterres.
Guterres hizo estos comentarios después de que el director de la UNRWA, Philippe Lazzarini, dijera que Israel había informado a la ONU de que ya no aprobaría los convoyes de alimentos de la UNRWA al norte de Gaza.
Israel niega haber bloqueado la ayuda a Gaza y afirma que la entrega de la ayuda una vez dentro del territorio es responsabilidad de la ONU y de las agencias humanitarias. Israel también ha acusado a Hamás de robar la ayuda, acusación que el grupo niega.
Las organizaciones humanitarias afirman que los controles de seguridad y la dificultad de atravesar una zona de guerra han obstaculizado sus operaciones en Gaza.
(Reporte adicional de Dan Williams en Jerusalén y Suleiman Al-Khalidi en Amán; escrito por Nidal Al-Mughrabi y Timothy Heritage; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)
