La UE dará un paso decisivo este jueves para salir del Tratado de la Carta de la Energía
La UE dará un paso decisivo este jueves para salir del Tratado de la Carta de la Energía
Bruselas, 6 mar (.).- Los Estados miembros aprobarán este jueves que la Unión Europea se retire del Tratado de la Carta de la Energía (TCE), aunque necesitarán que la Eurocámara respalde la decisión para que el bloque comunitario abandone definitivamente ese acuerdo postsoviético para proteger las inversiones energéticas, informaron a EFE fuentes europeas y diplomáticas.
Varios países de la UE -como España, Francia o Países Bajos- habían optado ya por iniciar los trámites de salida a nivel individual de ese pacto concebido en 1994, firmado por 53 países y en vigor desde 1998, que se diseñó para ofrecer garantías adicionales a los inversores tras la caída del bloque soviético.
El último ha sido el Reino Unido, exsocio comunitario que el pasado febrero anunció que también saldrá del TCE.
Al mismo tiempo, hay Estados miembros de la UE -como Eslovenia o Luxemburgo- que han concluido ya los procedimientos para la retirada, que entra en vigor un año después de la notificación oficial, y otros -como Bélgica o Austria- que se lo están pensando.
Sus detractores, entre los que también se cuentan Alemania, Polonia, Dinamarca o Portugal, consideran que este tratado multilateral había quedado anticuado en virtud de los objetivos del Acuerdo de París de 2015 para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y frenar el calentamiento climático.
En particular, genera grandes recelos la protección a las inversiones en infraestructuras para combustibles fósiles y la resolución de litigios en tribunales privados de arbitraje, que en más de dos décadas han dado lugar a reclamaciones de unos 40.000 millones de euros.
La Comisión Europea, sin embargo, abogaba por permanecer en el Tratado y negociar su modernización, ya que los firmantes siguen sujetos a sus reglas hasta veinte años después de su salida.
Pero ante la negativa de los Veintisiete, Bruselas retiró esa propuesta de modernización y planteó una nueva fórmula legal que presentó a los Estados miembros el 1 de marzo de 2023 para que la UE saliera del pacto en bloque, desaconsejando que ningún país se quedara a título individual.
“Dado que los ámbitos cubiertos por el Tratado (…) caen en gran medida bajo la competencia exclusiva de la Unión, los Estados miembros no pueden seguir siendo Partes Contratantes (…) una vez que la Unión se haya retirado, a menos que estén autorizados a hacerlo por la Unión. Por lo tanto (…), los Estados miembros tendrán que retirarse del Tratado sobre la Carta de la Energía en un plazo de tiempo razonable”, señalaba la Comisión.
No obstante, tampoco es lo que quieren todos los Estados miembros, pues algunos países -como Chipre o Eslovaquia- han dicho que quieren quedarse, mientras que otros -como Hungría, Finlandia, Rumanía o República Checa- se lo están planteando.
Finalmente, la presidencia belga del Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, propuso a los embajadores de los Veintisiete este miércoles un “paquete” de dos textos, uno para retirarse en bloque y otro para que los que lo desean puedan quedarse y negociar su modernización, extremo que ha generado “un poco de choque” con la Comisión, indicaron las fuentes consultadas.
El “paquete” legislativo ha recibido hoy el visto bueno a nivel de embajadores y mañana, jueves, se votará a nivel ministerial, aprovechando el consejo de ministros de Competitividad de los países de la UE que se celebrará en Bruselas, donde se espera que alcance la mayoría cualificada necesaria para seguir adelante.
Si no hay sorpresas, el texto prosperará en el Consejo y llegará al Parlamento Europeo, que sólo podrá aceptarlo o rechazarlo, sin introducir modificaciones. Se prevé que la Eurocámara inicie el procedimiento la próxima semana y se pronuncie definitivamente a finales de abril.
A continuación, si los dos textos recaban el apoyo del Parlamento Europeo, volverían al Consejo de la UE para su adopción definitiva hacia mayo o junio, explican fuentes europeas, de forma que la Unión Europea como tal saldría del Tratado de la Carta de la Energía mientras que los países que deseen permanecer y negociar su modernización podrían hacerlo.
